¿Por qué las metodologías ágiles pueden impulsar la transformación de las empresas?
“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las mas rápidas, ni las más inteligentes, sino las que se adaptan mejor al cambio”. Charles Darwin
Una afirmación, que hoy más que nunca, se revela con total contundencia en el mundo empresarial. En estos tiempos tan cambiantes, y poco predecibles, la capacidad de adaptación a la complejidad y a la incertidumbre propias de esta época, configura, no sólo la posibilidad de superar los momentos de crisis, sino también, la probabilidad de proyectarse hacia el futuro con mayores garantías.
Para ello, las empresas necesitan prepararse desde la firme asunción de un sistema de valores que sustente el propósito general de la empresa. Ahí radica la razón de ser de una empresa y la razón de estar de los empleados. Es ahí donde reside el origen y la fuerza de todas las decisiones y estrategias que sean necesarias acometer.
4 áreas imprescindibles para afrontar los retos del futuro
A partir de aquí, las empresas deben considerar en sus agendas, 4 grandes áreas que resultan imprescindibles e igual de importantes para afrontar los retos de hoy para estar mejor preparadas para mañana:
- La sostenibilidad. El medio ya no es el lugar donde aprovechar y gastar recursos en beneficio de los objetivos empresariales. El medio debe ser el lugar donde desarrollar una actividad respetuosa y responsable con el mismo y las personas.
- La agenda digital. La digitalización supone tomar ventaja competitiva, o no perderla, gracias a las nuevas tecnologías. Quién no esté preparado, acabará perdiendo la carrera del progreso.
- El bienestar de las personas. Sin contar con las personas no existirá capacidad de cambio ni de progreso. Ya no se trata de fidelizar sólo a los clientes, sinó también a los empleados. Y eso se consigue procurando su bienestar.
- La organización del trabajo. Hacer las cosas como siempre se han hecho, por más éxito que nos hayan proporcionado anteriormente, ya no resulta útil. La naturaleza de los retos actuales es distinta a la de los retos del pasado. Nuevas formas de organizar el trabajo son necesarias, nuevas formas basadas en la agilidad y la flexibilidad.
En cuanto a este último punto, las metodologías ágiles empiezan a extenderse a lo largo del tejido empresarial para ayudar en este proceso de transformación y adaptación. Proporcionan eficacia donde ahora existe desorganización, proporcionan transparencia y claridad donde ahora existe confusión y proporcionan espacios de crecimiento profesional desde el bienestar, donde ahora existe estrés y malestar.
Beneficios de la implantación de metodologías ágiles:
- Alta eficacia en la gestión contínua de requerimientos y necesidades cambiantes
- Medición continua de datos relevantes para la evaluación de estrategias
- Foco en lo importante y prioritario por encima de lo superficial. Menos es más
- Entrega de valor constante al cliente
- Impulso de la responsabilidad, empoderamiento y autogestión de las personas
- Búsqueda de la mejora y el aprendizaje continuo
- Canales de comunicación interpersonal frecuentes, directos y transparentes
- Mayor calidad en la coordinación y colaboración mediante el trabajo en equipo
- Espacios de relaciones saludables que generan plenitud de las personas.
- Aumento del compromiso hacia el equipo y del sentimiento de pertenencia al mismo
En resumen, las metodologías ágiles han llegado para dar respuesta a los nuevos desafíos que condicionan la organización del trabajo, tal como la conocíamos hasta ahora. Pero además, no sólo son compatibles, sino que también impulsan el desarrollo, la responsabilidad, el compromiso y, en definitiva, el bienestar de las personas.
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